La ansiedad interior es una herencia humana. Todo lo que no está iluminado la padece. Nuestros contactos sensoriales placenteros nos hacen ver que todo es hermoso allí fuera; un paisaje maravilloso. Pero eso cambia, incluso cinco minutos después… encontramos el dolor, y de repente nos encontramos culpando a otros o al mundo. El verdadero viaje comienza cuando nos damos cuenta de que nada ni nadie nos hizo nunca nada. Solo somos nosotros que nos lo hacemos a nosotros mismos.
Testimonio 9
